lunes, 18 de marzo de 2013

SUEÑO DE PASIÓN


SUEÑO DE PASIÓN

 Falta, tan solo menos de una semana, para el principio de un sueño. Sueño que comienza, al tocar el cielo con las manos desde San Lorenzo, en una mañana que irradiará fe e ilusión. Parece que llega la semana, semana donde se detiene el tiempo y vamos a la gloria, como evocan algunos poetas cofrades.

Ya, se cuentan los días para este momento, días que ya caben en la palma de nuestras manos. Pero palmas, son las que veremos desde San Lorenzo, palmas que llevaran niños hebreos, precediendo a Jesús, que entrará triunfalmente en el pueblo de Córdoba. Queda menos para este sueño, este anhelo, este deseo que invade nuestra mente cada día del año. Para todos los jóvenes cofrades, este es el momento esencial en su Semana Santa, después de realizar, claro está, su particular estación de Penitencia. La mayoría de los cofrades no entendemos la Semana Santa, si no contemplamos esta imagen, esta estampa, en una mañana en el que el cielo esta azul en la plaza de San Lorenzo. Azul el cielo, como azul el color que predomina en el palio de nuestra madre, que sale desde San Lorenzo, derrochando ilusión y que cierra la primera parte de nuestro sueño, que durará una semana.

Sales de tu casa por la mañana, vistiendo tus mejores galas para dar la bienvenida a este momento, y vas por la calle, pensando que todavía estas soñando, llegas a la plaza, ves a un nazareno blanco, con cíngulo rojo y con un niño en sus manos, llamando a la vetusta puerta de la parroquia y cuando se abre, le pides a tu amigo que te pellizque, para ver si es un sueño, si todavía sigues durmiendo, porque este sueño es único, es irrepetible, es la perfección, es tu alfa y omega cofrade. No es una puerta cualquiera, es la puerta que te da paso a tus mejores sueños, que te muestra tu felicidad de niñez, puerta donde se ve una cruz de palmas, guía para nuestro sueño de pasión, que empieza en ese instante y que durará una semana, hasta en el momento en el que vayas a ver a la Virgen de la Alegría con la pena de que el sueño acaba.

Pero no hace falta que corras, haz que se detenga el tiempo, disfruta de cada momento, vive tu ilusión, compártelo con los que más quieres, haz participe a tu familia y da testimonio de tu sueño, orgullo de cofrade. Porque la realidad no se puede comparar con este sueño, estos momentos de fe, que durarán una semana. Momentos que se te quedarán grabados en tu mente para posteridad. Estad atentos, abrir bien fuerte los ojos, porque el sueño de pasión ya comienza.

Juan José Primo Maldonado
Hermano de la Expiración

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