viernes, 7 de febrero de 2014

Viernes Santo en San Pablo

           Vísperas de Semana Santa, algo se mueve en nuestro interior. Una sensación indescriptible elevada a su máximo esplendor por ensayos, incienso, cultos y marchas. Ese sentimiento cofrade junto con el que compartimos nuestro día a día se dispara, hasta el punto de parecer detenerse todo lo que nos rodea y comenzar a girar nuestros pensamientos y actitudes sobre el eje de la devoción, sobre la Semana Santa. Y por supuesto sobre el Viernes Santo y nuestra hermandad,  la “Hermandad de la Expiración”. 

          Pero ¿por qué esa sensación? ¿Qué tendrá ese Viernes Santo para darnos ese eterno pellizquito al corazón? 
Así lo explicaría yo:

Es la sonrisa de un niño,
una saeta, una canción.
La noche del Viernes Santo
es compañerismo y pasión.

Una escolta de ciriales,
radiantes de juventud,
donde empezó un grupo joven…
que ahora va bajo tu Cruz.

Es…
El Viernes Santo es…
¿Por qué será?

Es el recuerdo de la Magna
y una imagen que nos marcó,
donde se observa una señora
al que Su Aliento, la vida dio.

Son tambores y Amargura,
las trompetas de Amuéci
que con el incienso del librea
se transforman en violín.

Es…
El Viernes Santo es…
¿Por qué será?

Es Rocío, Reina y Pastora,
con bacalao y esparto.
Acompañándonos como hermana
La noche del Viernes Santo.

Es la mirada de un hermano,
un sentimiento al andar,
el orgullo y la esperanza
que te da tu capataz.

Es…
El Viernes Santo es…
¿Por qué será?

Es un izquierdo con dulzura,
Todos a un son al caminar.
El racheo bajo un paso…
Sintiendo a tu Cristo flotar.

Es alegría, ternura.
Elegancia e ilusión,
poder llevar sobre tu morro
tu Cristo de la Expiración.

Es…
El Viernes Santo es…
¿Por qué será?

Es tu corazón hermano
que se siente costalero,
porque tiene el privilegio
de cada Semana Santa,  elevar al Padre al cielo.

Sentimiento compartido:
En  los nervios de un roquete
que  escucha a un claretiano rezar.
Y en la destreza de una camarera
que por su Virgen la vida da.

Es…
El Viernes Santo es…
¿Por qué será?

Es el  hábito nazareno
que haciendo penitencia va.
Es el cortejo que forman,
es belleza… Es hermandad.

Es un misterio del Rosario.
En el vía crucis, duodécima estación.
Es cuando se hizo el Silencio…
En su última Expiración.

Porque para mí, el Viernes Santo es algo especial. El Viernes Santo es…
                                                                                               
                                                                                  Rafael Maynez de la Calzada

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